miércoles, 28 de enero de 2009

Homenaje a Cortázar

INTRODUCCIÓN



En el año 2004, con motivo del año internacional de Julio Cortázar, el asbl. "ARTEMISA" -fundado por las Lisette Maillet y Patricia Parga-Vega- hace un llamado al taller "LA MARMITA" a participar en la escritura de textos inspirados en la obra de Cortázar. El proyecto de "Artemisa" era la publicación de un libro con los mejores trabajos recibidos. Los integrantes del taller se dedican a la escritura con entusiasmo y alegría. El resultado fue un libro publicado y un encuentro literario que sumó mucho público y que quedará para siempre en nuestra memoria.



PRÓLOGO DE LA ANTOLOGÍA Y PRESENTACIÓN DE LA ACTIVIDAD


"MANUAL DE INSTRUCCIONES DE ARTEMISA
PARA RECORDAR A CORTÁZAR"



Olvídese de todo y deje que el juego y la magia de la fantástica ciudad de Bruselas recorra sus venas, no por nada nacieron en ella: Magritte, Horta, de Coster y Cortázar.

Si aún no ha leído Rayuela, Las Armas Secretas, Todos los fuegos el fuego y Bestiario, parte de sus mejores cuentos, con los que se adjudicó la corona latinoamericana de narrativa que disputaba con Borges y algún otro peso pesado... entonces, después de esta noche no puede vivir sin leerlos.

Usted se encuentra en el número 18 de la calle de la primavera, ¿puede ser eso más cortaziano?; deberá jugar con la seriedad de un niño en la rayuela dibujada a la entrada del laberinto.

Una vez dentro, tome el hilo de Ariadna y déjese llevar por los sentidos. Claro, debe sacarse el abrigo y la coraza, debe en definitiva desnudarse para poder disfrutar a viva piel, sin pudor la magia que Artemisa -transformada en Cronopio de fines de mayo- ha re-creado para usted.

La música de Armstrong y Parker lo envolverá y los carteles con nombres de calles y puentes que llevaban al piso de la Maga aparecerán por doquier. Puede girar a la izquierda y encontrará el Bar Rocamadour, ahí dos Cronopios -de esos que siempre hacen el bien de manera anónima- estarán dispuestos a sonreír y brindar un café o un buen vino.

Antes de cruzar el puente que lo llevará al cuarto de la Maga, deberá apagar el cigarrillo, pero puede acompañarse de la copa de vino o del café expreso. Cuando escuche la voz de Julio Cortázar, ya no podrá volver a salir, porque la reunión del club habrá comenzado.

La escritora argentina, Ana Fernández, le contará todo aquello que hasta hoy usted ignoraba de Cortázar y de su obra; pero no es todo, luego podrá escuchar cómo el espíritu de Cortázar se ha metido en los escritores de La Marmita y ha hablado a través de sus plumas...

Pronto una pausa con la trompeta de Armstrong, para el consabido pelambre, cotilleo, flirteo, o simple cambio de luces, cambio de almas, cambio de ideas y de sueños. El bar estará abierto y los Cronopios dispuestos, el jardín en plena erupción de la primavera.

Escuchará el sonido de las trompetas, que marcará la hora de regresar por el puente a la habitación de la Maga, para enterarse de lo que faltaba, más textos cortazianos y él ahí, omnipresente en las voces de sus amigos: los escritores, los soñadores, los Cronopios de todos los tiempos.

Las imágenes se incorporarán para colorear las palabras y nos harán entrar en el espacio interlineal al que sólo los soñadores pueden acceder. Mateando, instalados en los sofás, en los cojines, siendo parte del club, introduciéndonos en los laberintos de un mundo fantástico del que –seguro- no querrá salir. Las sorpresas se sucederán, los libros cobrarán vida propia y el cadeaux de despedida lo dejará con la sensación de haberse metido en el alma de otro que no era usted, pero que puede volver a encontrar en la próxima actividad que Artemisa diseñará para volver a soñar.

Ardilla*

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*Patricia Parga-Vega ; Journaliste/Periodista. Bruxelles - Belgique.

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